Identidad empresarial y la psicología

Identidad empresarial y la psicología

La imagen empresarial es una estructura que incluye: colores, logotipo, todos los aspectos visibles de la marca como tal, cuando esta imagen existe, se puede medir su posicionamiento,  penetración en el mercado, etc., sin embargo, ¿cómo se debe trabajarla cuando no existe o cuando se quiere hacer un cambio de la misma?

El marketing tiene sus propuestas y sus recetas técnicas —y no es mi afán discrepar con las mismas o tratar de cambiarlas— sin embargo, quiero hacer una propuesta desde la psicología, considerando que es la ciencia que estudia los procesos mentales, las sensaciones, las percepciones y el comportamiento del ser humano en relación con el medio ambiente físico y social que lo rodea, ya que puede aportar algo respecto a la imagen y la identidad corporativa.

La imagen es un paso fundamental o la base para generar identidad corporativa, por lo que en este artículo nos centraremos en cómo desarrollar la imagen y, obviamente, lo demás vendrá por añadidura. Una organización siempre tendrá una visión o un sueño organizacional (una intuición más que un sueño), también tendrá unos principios, no importa qué tan incipiente sea la idea, quien la crea intuye o desarrolla pensamientos de cuán lejos le gustaría que su organización llegue, también tiene claros algunos principios y valores que posee él mismo y que considera que su organización debe poseer, así la visión y la misión están creadas, puede ser que no estén declaradas (escritas técnicamente) pero ya existen.

También tiene ideas acerca de cómo desarrollar este fin o qué quiere transmitir y de aquí suele partir todo, sin embargo, existen otros elementos como el mercado, a quiénes se quiere visitar, qué me gustaría que digan de mi marca, qué dice la psicología de los colores, cómo puedo posicionarme en la mente de mi consumidor de mejor manera, etc., esto es la base normal.

Entonces, mi propuesta desde la perspectiva de la psicología sería, arrancar entendiendo algunos elementos icónicos de los creadores de la empresa, algunas imágenes que solemos tener los seres humanos guardados en nuestro consciente, que son repetitivas y que nos atraen mucho aun cuando su verdadero significado esté en nuestro inconsciente, esos aspectos como un árbol de tal o cual característica o una mano dándose, quizás alguna fascinación especial sobre culturas ancestrales o mitología, deben ser los detonantes para el desarrollo de la marca.

Una marca más que llegar al consiente y tratar de agradar al consumidor, debe tratar de irrumpir en el inconsciente y si consideramos la existencia de un inconsciente colectivo, la respuesta de estas imágenes , que tanto se grabaron y encantaron al creador de la organización, estarán allí en un inconsciente que es sustrato común a los seres humanos de todos los tiempos y lugares del mundo, constituido por símbolos primitivos con los que se expresa un contenido de la psique que está más allá de la razón.