Hablar de la empatía se ha vuelto una constante en el mundo del marketing y la publicidad: “las marcas necesitan acercarse a sus consumidores”, “las marcas necesitan ser más empáticas”, “una marca empática es una marca valorada por el público”, pero ¿qué significa ser empático con la audiencia? Nosotros creemos, como menciona Adage, que debemos ver la empatía como lo que es: una oportunidad dorada para darle más valor a las personas, en sus propios términos.
“Let’s see empathy for what it is: a golden opportunity to deliver more value to people, on their own terms”.
– Adage, 2017.
¿Qué significa esto? Que la empatía no es algo que podamos obligar a la gente a sentir, pero sí es algo que se construye con acciones que, válgase la redundancia, sean empáticas para el segmento al que queremos llegar. El ejemplo es simple: si a tu chico le encanta el futbol, pero tú nunca quieres ver el partido, no estás siendo empática, porque no te estás interesando en algo que es importante para él. Eso mismo sucede con las marcas cuando son lejanas con sus consumidores o simplemente solo hablan de ellas mismas.
Veamos este anuncio de Coca-Cola, donde lo último que se vende es una coca y lo primero es la buena actitud, el hacer algo por alguien y el darle al mundo un poco de lo mucho que nos da (si después se te antoja una coca, ya es cosa aparte)
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Las marcas hoy tienen muchas oportunidades de acercarse a la gente, de hablar de algo más que su oferta comercial, de provocar una sonrisa e incluso, una lágrima. Hoy es más interesante hacer publicidad, porque no se trata solo de un anuncio y un comprador, sino de una manera de pensar que se comparte y se valora tanto por el anunciante, como por quien ve su marca.
Para concluir, vale la pena citar al maestro Leo Burnett:
“Soy de los que cree que uno de los peores peligros de la publicidad no es el de engañar a la gente, sino de aburrirles de muerte”.
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